sábado, 3 de enero de 2015

¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! (Salmo 113)

¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!
Alaben, siervos del Señor,
    alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
    desde ahora y para siempre.
Desde la salida del sol hasta su ocaso,
    sea alabado el nombre del Señor.
El Señor domina sobre todas las naciones;
    su gloria está sobre los cielos.
¿Quién como el Señor nuestro Dios,
    que tiene su trono en las alturas
y se digna contemplar los cielos y la tierra?
Él levanta del polvo al pobre
    y saca del muladar al necesitado;
los hace sentarse con príncipes,
    con los príncipes de su pueblo.
A la mujer estéril le da un hogar
    y le concede la dicha de ser madre.
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!