sábado, 23 de mayo de 2015

La mutua tolerancia a ejemplo de Cristo (Romanos 15,1-13)


 Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada. Cada uno debe agradar al prójimo para su bien, con el fin de edificarlo. Porque ni siquiera Cristo se agradó a sí mismo sino que, como está escrito: «Sobre mí han recaído los insultos de tus detractores.» De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza.
Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que con un solo corazón y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios. Les digo que Cristo se hizo servidor de los judíos para demostrar la fidelidad de Dios, a fin de confirmar las promesas hechas a los patriarcas, y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su compasión, como está escrito:
«Por eso te alabaré entre las naciones;
    cantaré salmos a tu nombre.»
10 En otro pasaje dice:
«Alégrense, naciones, con el pueblo de Dios.»
11 Y en otra parte:
«¡Alaben al Señor, naciones todas!
    ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas!»
12 A su vez, Isaías afirma:
«Brotará la raíz de Isaí,
    el que se levantará para gobernar a las naciones;
    en él los pueblos pondrán su esperanza.»
13 Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dios bendiga sus comenetarios